Hace una semana llegué a los 18 años de mi vida. Llegue a la edad de las responsabilidades, la edad donde vas reconociendo lo que es la verdadera madurez, la edad donde eres tú contra el resto del mundo. Y es que justamente a esta edad de la vida es cuando empiezan los cambios más radicales, aquellos decidirán nuestro futuro incierto. Simplemente porque esos cambios dependen de las decisiones que tomemos.
Decisiones. Una palabra que abarca tanto significado que en estos días me he puesta a pensar al respecto.
Una vez que me gradúe, ¿cual será mi plan de vida? ¿Qué es lo que quiero lograr en mi vida para empezar a luchar por ello? ¿Es lo correcto?. Fueron algunas de las incógnitas que empecé hacerme a mi misma buscándole una respuesta asertiva. Al principio me parecía una locura, pero cuando me hacía esas preguntas...Los primeros 30 segundos de análisis estuvieron en blanco. Sentía mi vida perdida cuando en realidad, siempre he soñado mi vida. Supongo que todos lo hacemos no es así? Sólo que cuando llegamos a esa etapa donde YA tienes que decidir, sientes miedo a lo que está por venir.
La verdad es que mi mente ha dibujado hermosas escenas de mi vida, ilusiones que yo debo de construir con el tiempo y no debo dejarme abrumar por las decisiones incorrectas que vaya a tomar durante el tiempo para que esas hermosas escenas las pueda disfrutar en su momento.
Soñar. Soñar no cuesta nada. Vaya cliché. Lo terrible es que es cierto, solo soñando perdemos el miedo, solo realizándolos nos sentimos invencibles. Y es que cada vez que sueñes, por más insignificante que sea, siempre sueña en grande porque con solo creer en lo que quieres y lo que vas hacer (el secreto de la vida es la ley de la atracción) Estás haciendo los primeros pasos para hacer realidad tu deseo.
Pensé en mis sueños...En la carrera, en Italia, el amor, mi familia, etc. Pensé tantas cosas que llegue a la conclusión que lo importante es vivir el hoy, claro hay que disfrutar del día a día pero con juicio, con inteligencia.
Como dice Emma Morley en la película One Day (totalmente recomendada): “Cualquier cosa que pase mañana, siempre tendremos el día de hoy”.
Aprovecharé cada momento de mi vida, pero siempre recordando que todo es posible.
6 comentarios:
Sinceramente, creo que no hay una edad estimada para madurar. Yo maduré el verano de mis once años. Conozco personas que tienen veinte y que aún se comportan como críos. No creo que la gente empiece a tomar decisiones de golpe, así por que sí. Yo siempre he sido una persona muy madura para la edad que tengo, y desde que tengo uso de razón, he tomado mis propias decisiones, contando con mis padres, pues aún soy menor.
la madurez no a todos les llega a tu edad,pero me encanta q lo seas asi aprovecharas mejor tu vidames tiempo de tantas cosas,decisiones q seguro tomaras las correctas,sueña i lucha x tus sueños...besos ♥
Grandísima la pelicula de ONE DAY me encanta :) Y en cuanto a tu entrada, es verdad que en el momento de tomar decisiones es cuando mas nerviosa nos ponemos, a pesar de haberlo tenido claro toda una vida, pero no te asustes es normal, no permitas que el miedo te gane, no dejes de luchar por tus sueños nunca y no olvides jamás que siempre lo importante esta en vivir el día a día
Vamos, no te dejes asustar por un número!! Sé feliz nene, cuando te gradúes harás lo que quieres hacer, lo que se presente en el camino y ya está.
Ser feliz es más que suficiente. Además, "We'll always have Paris" I mean.....the today. jaja
Botella de besos y caja rebosante de abrazooos!!!!!!
Sí, ¡hace mucho que no hablábamos! La verdad, se te extraña bastante.
Ojalá que todo esté muy bien, y que estos dieciocho años sean GRANDES. Muchas felicidades, y si pudiera te enviaría un regalo de lo mejor, pero como no, te envío un abrazo con el mismo o más cariño(: ¡¡¡suerte en todo!!!
La madurez no la traen los años, sino las experiencias. Al menos desde mi punto de vista. Por cierto, felicidades por tu 18 cumpleaños (un tanto atrasado lo sé jajaja)
Un besito!
PD: en el nuevo capítulo podrás saber quién fue el que mando el sms.
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